La disponibilidad en IT. La herramienta imprescindible para tu negocio.
Desde los inicios de la informática se acuñó el término ‘Alta Disponibilidad‘ o HA para definir la capacidad de continuar procesando información en caso de fallo de uno o varios componentes en los sistemas informáticos. En las arquitecturas tradicionales físicas, la alta disponibilidad se garantizaba desplegando dos o más nodos físicos de igual capacidad para un determinado sistema. Algo sencillo y normalmente abordable económicamente.
La evolución tecnológica ha permitido implantar sistemas más complejos en los entornos de IT. Arquitecturas multi-sistema, almacenamiento externo conectado por red, multitud de plataformas interdependientes entre sí, etc. En definitiva, un ecosistema que ha ganado en complejidad al tiempo que los negocios han apoyado un mayor peso relativo en las IT para su operación rutinaria.
Ya no se trata, por tanto, de dar continuidad a un sistema o plataforma aislados, sino que las IT son un servicio transversal que debe garantizarse en su totalidad si se quiere se coherente con el negocio.
Disponibilidad: dificultades añadidas
Cuando se despliegan en local, las arquitecturas IT resultan más difíciles de replicar para garantizar la disponibilidad. Esto se debe tanto al coste que representa adquirir todos los sistemas por duplicado, como a la dificultad de mantener al día dos entornos “gemelos”, sincronizados a todos los niveles y manteniendo la coherencia de las dependencias entre las diferentes plataformas. A esto se le añade la dificultad de realizar pruebas reales de continuidad, bien sea por falta de ventanas de tiempo (debido a la criticidad que suponen para el negocio) o bien por desconfianza en la arquitectura; es habitual que estas pruebas no se lleven a cabo de forma completa. Así, tenemos sistemas complejos, que además son caros, y cuya fiabilidad para cumplir con su objetivo, la continuidad en la operación, no queda garantizada en muchas ocasiones.
Por otro lado, situaciones de crisis o imprevistos como la que vivimos actualmente con el COVID-19 sacan a relucir las dificultades de mantener la disponibilidad ante nuevos proyectos o cambios estructurales en los sistemas.
Preguntas como “¿Tendré capacidad de asumir los nuevos proyectos en mi entorno de contingencia?” o “¿He preparado mi entorno de teletrabajo para soportar un incidente grave?” son habituales estos días. Y la respuesta a esa pregunta muchas veces es sencillamente, no.
IT como servicio
La tendencia a externalizar y consumir la IT como un servicio no es casual. Los proveedores de la nube deben garantizar la alta disponibilidad global de su servicio, sin importar la complejidad de sus componentes o las dependencias entre los diferentes sistemas. Más allá de redundar todos sus componentes, los buenos proveedores deben también ser capaces de orquestar la recuperación de su servicio en caso de incidente, de forma rápida y automatizada. Ofrecer el servicio sin pérdida de datos (el famoso RPO=0) es el otro gran valor añadido que deberían buscar los negocios en los proveedores Cloud, dada la importancia, cada vez mayor, que tienen los datos en sus operaciones.
¿Está tu negocio preparado para una pérdida de información?